Mucha gente ha soñado, en algún momento de su vida, con ser una estrella del cine. De Hollywood, por poner el ejemplo más mediático. Representar aquellos grandes papeles que bien valen un Óscar mientras copa las portadas de las principales revistas contando sus aventuras y desventuras propias de una celebridad. ¿Es así? Mientras muchos de estos suelos se cumplen, te ofrecemos la posibilidad de empezar con lo más básico, tu propio camerino. Sí, como lo lees, estamos hablando de darte un capricho de los buenos convirtiendo un espacio prescindible para el día a día del hogar en tu pequeño tesoro, tu retiro espiritual o tu zona de desconexión. Y, como te explicaremos, no requiere de una inversión millonaria sino elegir los complementos adecuados que den un aspecto especial a tu vestidor. Cuidar esos pequeños detalles que, sumados, den un toque y un resultado especial. Lo ideal para planificar este espacio es que puedan convivir el vestidor, el mueble de los zapatos, la zona del joyero y los complementos, una alfombra para cuidar los pies descalzos en las largas sesiones de probar opciones de vestidos y una iluminación especial alrededor de un espejo que dé el toque definitivo y propio de un camerino de estrella de cine. La luz debe ser intensa aunque no debe molestarnos ya que podría alterar sustancialmente cómo nos quede el maquillaje. Sabemos que no todo el mundo tiene la posibilidad de contar con un espacio con todos los recursos expuestos en el párrafo anterior pero no por ello se puede quedar sin su zona especial ya que todo ello se puede resumir con un espejo rodeado de bombillas, el principal aliado para las estrellas a la hora de maquillarse.

A partir de esa gran pieza, el espacio queda especialmente vestido si se incorpora un armario grande en el que guardar todos los vestidos para tenerlos a mano en caso de necesidad o de duda. Otro mueble que ayuda a crear esa sensación es un amplio zapatero con cabida para un buen número de ejemplares. Tenerlo cerca del armario agilizará la elección de la ropa, así como de los complementos, que deben reposar no demasiado lejos de allí, así como un joyero. Un gran espejo de cuerpo entero colmará fantásticamente la habitación y ayudará a decidirnos por el mejor modelo posible. Lo ideal es que al espectacular espejo con sus luces le acompañe una especie de mesa o tablero en el que poder dejar todos los utensilios de maquillaje para tenerlos todos a mano. Sabemos que no todo el mundo dispone en su vivienda de un espacio que poder dedicar exclusivamente a esta misión pero también creemos que contar con una especie de camerino despertará la admiración, y por qué no, la envidia, a más de alguna visita.