En pocas ocasiones se le agudizan más los sentidos a los seres humanos que cuando se encuentran delante de un cuadro que está torcido.Como si de una operación quirúrgica o de un proyecto arquitectónico se tratase, colgar un cuadro requiere no solo de todos los sentidos, sino también de un montón de cálculos matemáticos para trazar los dos puntos que impedirán que la pieza se nos vaya hacia un lado o hacia otro. ¿Verdad que alguna vez lo habéis pensado? Como remedio a la frustración que produce este hecho, compartimos una serie de consejos que circulan desde tiempos pretéritos por algunas web y que pueden serviros a la hora de encarar una rutina que se vuelve un auténtico reto.

– Antes de liaros manos a la obra, colocad los cuadros en el suelo, en frente de la pared donde penséis colgarlos para ir haciéndoos una idea de si os gusta como queda o no. Si la idea que contempláis es la de colgar varias piezas, jugad con el montaje antes de proceder con el taladro ya que así os ahorraréis un montón de agujeros que luego pueden ser innecesarios.

– En el hilo del anterior consejo, dibujad el perímetro del marco del cuadro que queráis colgar en una hoja de periódico a modo de plantilla. Al ser un elemento de manejo más fácil que el propio cuadro, podréis anivelarla más cómodamente para encontrar la mejor posición. Cuando lo hayáis conseguido aprovechad esa guía para clavar el clavo antes de arrancar la hoja una vez haya cumplido con su misión y colgar el cuadro.

– Otro truco muy eficaz y no excesivamente complicado es hacer una marca con lápiz de labios en la parte posterior del cuadro. Cuando hayáis encontrado el punto exacto en el que queráis colgar el cuadro, presionadlo un poco para que el lápiz de labios deje una señal en la pared y entonces clavad el clavo.

– Siempre, en la medida que podáis, colgad lo que tengáis que colgar a la altura de los ojos. Si la idea es colgar piezas, ya sean cuadros o fotografías, encima de otro mueble, no lo colguéis demasiado alto y que la sensación que dará siempre será extraña.

– Por mucho que un determinado cuadro sea vuestro preferido y creáis que lo tenéis que colgar sí o sí y a cualquier precio, lo mejor es que no colguéis un cuadro pequeño en una pared grande, ni una pieza excesivamente grande en una pared pequeña. En el primer caso, lo mejor es colgarlo en grupo para que la sensación que se obtenga sea la adecuada.

– La agrupación diagonal de cuadros o demás piezas, es recomendable que se use únicamente en una escalera ya que en una habitación puede verse la composición desnivelada o dar una sensación extraña.

– Podéis apostar por marcos distintos, lo único que importa es que combinen bien entre ellos ya sea con el tipo de marco, el color o el material.

– Si no tenéis muchos cuadros o fotos, usar espejos os puede ayudar para decorar las paredes ya que os ayudarán a iluminar el hogar y generar la sensación de que es más grande.