Los baúles son una buena alternativa a las mesas de centro. En el espacio que ocupa una mesa, de unos 80x40x40 cm, ofrecen mucho espacio para guardar libros, revistas, cojines, etc. Además si son baúles antiguos recuperados ponen una nota de estilo. Si se decide recuperar un baúl, hay que limpiarlo a fondo, revisar los herrajes y aplicar un barniz incoloro. Se puede optar por colocar hasta dos baúles en “L” igual que los sofás. En pareja son más ligeros que un baúl grande. Son piezas macizas y permiten jugar con la distribución.
Es aconsejable no poner demasiadas cosas encima del baúl-mesita de centro para que no sea difícil acceder a su interior. Además que como mesas auxiliares, la altura de los baúles, de unos 40 cm, los convierte en ideales como banco, o como juguetero. En la habitación de los niños los baúles pueden ser muy buenos aliados para conseguir orden y recuperar espacio. Y a los niños les gustan porque les recuerdan cuentos de piratas y cofrecillos. Cuando el baúl gusta pero no se quiere que llame mucho la atención, el método para rebajar la presencia es pintarlo en un color claro.
Francesca Carè