“Un edificio, una vez terminado, debe ser una obra de arte, como si fuese una escultura”. Esta frase corresponde al mundialmente conocido arquitecto Frank Owen Gehry (Toronto, 1929), uno de los principales artífices del descontructivismo que hacia finales de los años 60 se empezó a interesar por el mundo del diseño de muebles.
‘Easy Edges’, ‘Experimental Edges’ o las lámparas Pez y Serpiente son algunas de las aportaciones más conocidas de Gehry, cuya obra que le dio el máximo reconocimiento en su carrera fue el diseño y la creación del Museo Guggenheim. Por esta y otras creaciones, recibió el premio Príncipe de Asturias el pasado 2014, en un acto celebrado en Oviedo.
El arquitecto canadiense mostró predilección desde el primer momento por la idea de crear edificios que, además de su funcionalidad, tuvieran un aspecto atractivo y resultaran auténticas obras de arte en si mismas. No fue hacia el final de la década de los años 60 cuando empezó a crear muebles. Y, fiel a su estilo rompedor, lo hizo con materiales atípicos como el cartón, e innovadores creando dos líneas de mobiliario de cartón de 1969 a 1982, así como la colección de muebles de cartón ondulado prensado ‘Easy Edges’ (1972) y el diseño de las piezas de ‘Experimental Edges’ (1982).
La inquietud en este campo, sin olvidar sus quehaceres diarios en la arquitectura, le llevó a crear, a mediados de los años ochenta, las lámparas Pez y Serpiente realizadas en color ocre, un tipo laminado de plástico traslúcido.
A comienzos de los noventa diseñó su colección de mobiliario ‘Bent Wood’ (1989-1992), basada en el método para entretejer las tiras de las cestas. Uno de los diseños más célebres del conocido arquitecto es la silla ‘Wiggle Side’, un diseño de cartón con una capa extra de madera que le da consistencia y que consiste en un mueble con muchas curvas, distribuida por la firma Vitra pero que no obtuvo el éxito esperado, quizás por su elevado precio.
La gran cantidad de premios que ha logrado el prestigioso arquitecto y diseñador le han supuesto una popularidad de talla mundial. Este reconocimiento no ha pasado desapercibido para Matt Groening, creador de la serie Los Simpsons, que incluyó a Gehry en uno de los episodios en los que tiene que diseñar una ópera que acaba utilizándose como una prisión. No todo el mundo puede presumir de semejante distinción.