La completa contribución artística para con la humanidad del genio Salvador Dalí queda muchas veces ofuscada por la brillantez de sus obras más conocidas. Este hecho propicia que otras aficiones del artista (11/5/1904- 23/1/1989) hayan pasado más desapercibidas a los ojos del lector. Por ello desde este rincón de la web queremos recuperar algunos proyectos en los que el polifacético genio dejó su incuestionable sello como la lámpara “muleta”, el sofá Vis-à-vis y una escultura-silla. Algunas de las muestras que sobreviven todavía hoy en su casa-museo en la localidad catalana de Portlligat.
Dalí se inició en el mundo del diseño de muebles en la década de los años 30 en París cuando, junto a un grupo de amigos, empezaron a interesarse en la aplicación del arte en varias disciplinas. La aportación del catalán estuvo ligada estrechamente a la figura de Jean-Michel Frank, diseñador de muebles, de cuya relación laboral surgieron obras como la lámpara Bracelli.
La inquietud del catalán permaneció activa a lo largo de su vida y fue precisamente en su hogar de Portlligat donde diseñó muebles que a día de hoy se pueden visitar y que fueron creados gracias a la colaboración con el carpintero Joan Vehí. Una de las peculiaridades de esa etapa fue que el artista decidió que todos ‘sus’ muebles debían hacerse con madera de olivo, una especie muy abundante en la zona en la que se encontraba su terreno pero de difícil manejo.
En esa casa-museo se guardan no solo diseños y bocetos de los muebles ideados por Dalí sino objetos que se hicieron como regalo para su esposa, Gala. Una mesa que se pliega, un escritorio, una tumbona o dos camas que regaló a su esposa son algunos de los diseños originales del genial pintor en los que participó activamente Vehí.
En el año 2009, coincidiendo con el 20 aniversario de la muerte de Dalí, una empresa catalana que se encargaba de producir muebles hechos de la mano del escultor Joaquín Camps a partir de sus diseños en el cuadro “Femme à la tête rose” hizo una colección especial y de edición limitada que resultó un auténtico éxito. Algunos de los ejemplos son las lámparas Bracelli, Cajones y Muleta, el sofá Vis-a-vis, una mesa baja o la silla Leda, con un detalle muy especial en forma de brazo.
A pesar de que a Dalí se le recuerda especialmente por sus cuadros, además de por sus excentricidades, lo cierto es que el artista cuenta con un pasado muy ligado a la creación de muebles a los que como se puede ver en las fotografías, no les faltaba el toque excéntrico tan característico, influencia del cubismo y el futurismo, entre otros estilos en los que se sentía cómodo el artista.
