Hay piezas y costumbre clásicas, que no temen el paso del tiempo, como puede ser el porschedriving (y sus servicios de atención exclusivos en www.repuestosautos.es). Hoy te presentamos uno de esos muebles cargado de historia y que dará que hablar entre las visitas. Una pieza, como otras, a mitad de camino entre el diseño práctico y la vanguardia creativa. Una pincelada para la historia que lleva la firma de un arquitecto, Charles Eames, y que ha soportado ferozmente el paso del tiempo y de las modas hasta convertirse, prácticamente, en un Must en las viviendas con más estilo. Hablamos de la Silla Eames.Esta pieza fue diseñada por el arquitecto y diseñador Charles Eames, del que hablaremos especialmente en otro capítulo, y su segunda mujer Ray Eames, en el año 1950. La pieza, que destaca por su sencillez pero a la vez con la facilidad con la que conecta con su alrededor, se ideó y fue presentada en el concurso de Arte Moderno que organiza cada año el prestigioso Museo de Nueva York. Al nombre de esta pieza de estilo contemporáneo muy marcado le acompañan las iniciales DSW, que significa Dining Height Side Chair Wood, y que permiten a la persona interesada hacerse una idea de lo que se va encontrar con el producto.
Esta pieza no ha logrado escapar a la voracidad de la fabricación en serie y hoy en día resulta muy fácil encontrarla con una navegación rápida por la red, aunque hay que ir con cuidado ya que la falta de sensibilidad de algunos fabricantes, camuflada en una intención de dudosa eficacia de mejorar lo inmejorable, han creado ediciones que se escapan progresivamente a la idea inicial del autor.
El diseño original presume de una blancura mate noble y suntuosa que le permite adaptarse perfectamente a diferentes zonas de la vivienda, independientemente de su uso. Es por ello que la Silla Eames viste igual de bien una cocina que una sala de estar o un vestidor, siempre que se le saque partido. Los materiales usados para la recreación de la pieza acostumbran a ser polímero ABS para el armazón, mientras que los pies son de madera con acabados de acero que le otorgan una estabilidad perfecta, un aire distinto y una gran facilidad para adaptarse a la mayoría de estilos que le rodean.
Como te comentábamos, existen, como pasa con muchos otros productos, una gran variedad de alteraciones y de modificaciones del diseño original reforzados atractivamente con un precio que dista lejos de los 90-100 euros que cuesta el modelo original. Apostar por ellos depende enteramente de tu elección, aunque eso podría quebrar el espíritu original con la que fue creada esta silla hace ya más de 60 años.